Siempre me ha resultado muy interesante la arquitectura popular, las soluciones adaptativas que frecuentemente superan en imaginación, belleza, y pertinencia a las obras de tipo "profesional"
Esto es la Redneck Mansion (Redneck: obrero rural, la piel del cuello enrojecida por el sol)
Una versión refrescante y colorida de las inquietantes viviendas colectivas modulares con que nos amenazaba la Expo '67 de Japón. ¿Por qué no?
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